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Blog Personal de Itxu Díaz

La nueva Gaceta de los Negocios: un periodismo moderno

La nueva Gaceta de los Negocios: un periodismo moderno

Una de las razones por las que no me aburre el mundo del periodismo es por su condición informe y cambiante. Que la actualidad sea la materia prima de esta producción provoca su constante mutación. El periódico de mañana es una losa sobre el presente. Ese nervio y esa presión hacen que la prensa escrita convencional sufra las propias consecuencias de su razón de ser. Por eso muchas veces son noticia lo propios medios.

 

Recientemente ha sido noticia –dentro de la noticia- La Gaceta de los Negocios, tras convertirse en un nuevo periódico, con muchas variaciones con respecto a su versión anterior, y con notables diferencias con el resto de los medios impresos que abarrotan cada día nuestros quioscos. Me gustaría dedicar en fechas próximas algunos artículos en este blog a analizar algunas de las novedades y cambios más importantes de esta nueva Gaceta. La frase puede tomarse como una declaración de buenas intenciones, muy previsible en el día en que hemos comenzado las vacaciones de Popes80.com. Espero poder continuar el análisis dentro de algunos días. De todas formas, expondré a continuación una amplia parte del mismo.

 

La razón de mi interés en el cambio de La Gaceta no es otra que mi propia experiencia positiva. Presté atención a la anunciada salida de la nueva versión del periódico hace algunos meses y desde entonces leo frecuentemente La Gaceta de los Negocios, con una intensidad, atención y curiosidad que no alcanzo en ningún otro medio, excluyendo la televisión durante retransmisiones deportivas. Incluso en medios más afines, o cuya información me pudiera parecer más interesante, no alcanzo el nivel de profundidad e interés que logro en La Gaceta. Después de algunos meses creo haber dado con las claves de este magnetismo hacia el periódico que dirige ahora José María García Hoz.

 

Lo primero que han hecho –y lo han hecho muy bien- es fabricar un diseño moderno, claro y cómodo. Supongo que la apuesta por hacer un periódico en color al completo es una de las causas de haber subido hasta los 1,50 € su precio. Sin embargo, probablemente haya merecido la pena, aunque como consumidores un precio superior a la media siempre nos parecerá excesivo. Pero el diseño es la primera de las claves de la actual Gaceta. Ni El Mundo, ni el reformado El País, ni la agradable maquetación de La Razón, ni ninguno de los diarios económicos existentes pueden igualar en este aspecto -nunca mejor dicho- a la nueva Gaceta de los Negocios. Incluso ese magnífico detalle de que las "páginas salmón" no sean íntegramente "salmón" -¡qué difícil es describir esta tontería y qué facil verla con el periódico en las manos!-, sino que sean blancas pero con un amplio recuadro de fondo rosado, me parece un oportuno acierto.

 

La segunda clave ha sido muy comentada en ámbitos periodísticos: el giro suave pero firme de La Gaceta, desde el diario económico que era ayer hasta el diario generalista que es hoy. El secreto no está en que los lectores de prensa económica seguirán encontrando, más o menos, la misma información que antes. No. La clave está en que los que no compramos habitualmente prensa económica podemos leer un buen periódico generalista, sin necesidad de sumergirnos en el mundo de las finanzas obligatoriamente. Además, la propia parte económica del diario es ahora mucho más inteligible que la de otros periódicos. Y la razón de esto es la clave número 3.

 

La tercera clave de la nueva Gaceta está en convertirse en uno de los primeros periódicos en comprender que el periodismo convencional de la era Internet ha de adaptarse a los nuevos tiempos. Esto no es un deseo, una frase bonita, o una opción, sino una obligación. Una condición obligatoria para los que quieran sobrevivir en los próximos años. Ya no es tan importante recoger la última hora en los medios impresos, porque siempre Internet ganará esa batalla. Sin embargo, sí hay un amplio recorrido para mejorar en la profundidad de las informaciones y en la posibilidad de ofrecer una forma diferente de dar las noticias. En ese aspecto, La Gaceta presume de tratar de explicar por qué suceden los acontecimientos que son noticia cada día, e incluso presume también de facilitar claves para comprender lo que pasará con ellos en el futuro. Me parece que éste es uno de los grandes retos de la prensa impresa convencional del siglo XXI. Y es también la causa de que en La Gaceta uno pueda leerse todo el periódico, de principio a fin. Incluso aquellas noticias que quizá en otros medios pasaríamos por alto, porque nos interesan menos o porque no las comprendemos lo suficiente, en La Gaceta uno sí puede leerse. Allí puede leer gustosamente noticias económicas, deportivas, artísticas o científicas, porque están explicadas de una forma asequible, sin renunciar al rigor o a la calidad. Se explica el por qué de las cosas, no sólo el clásico qué, quién, cómo, cuándo. Para manifestar con claridad este cambio desde lo más pequeños detalles, los responsables de La Gaceta incluso se han atrevido cambiar las habituales, obsoletas y aburridas secciones que mantienen casi todos los medios -nacional, economía, cultura...- por el original formato "Historias / Claves / Tendencias".

 

La cuarta –y última que trataré hoy- clave de mi admiración por la nueva Gaceta pasa por una línea editorial flexible pero asumible. Es más que probable que yo no esté de acuerdo con muchos de los planteamientos que el periódico vierte en sus informaciones, en sus columnas o en sus editoriales. Eso es normal y sucede en todos los medios. Sin embargo, la actual Gaceta de los Negocios respeta un ideario común que fácilmente podría asumir un alto porcentaje de los lectores de diverso espectro ideológico. Se trata de aspectos políticos y sociales comunes a casi todos, como la libertad, el respeto por la democracia, la defensa de la vida, el apoyo a lo español, o el cuidado del medio ambiente. Como digo, dentro de estas pautas, uno puede después no estar de acuerdo con lo que se dice, pero La Gaceta permite ese margen que el lector de periódico siempre agradece, incluso cuando discrepa abiertamente con ciertas interpretaciones o informaciones, como a mí me sucede con mucha frecuencia.

 

No he podido informarme aún de cómo está siendo la repercusión en ventas de esta nueva etapa del periódico. Me dicen que no está marchando todo lo bien que podría esperarse. Es posible que el público español necesite un tiempo para asimilar este tipo de cambios. Es posible también que a los lectores les cueste asumir que deben pagar 1,50 € por un periódico que es generalmente mucho más delgado que los otros. Sin embargo, el error está ahí, en quien se queda en el aspecto. En el interior se puede comprobar que, al contrario que en otros periódicos, casi no existen páginas de trámite en La Gaceta. Todo se lee. En todo caso, habrá tiempo de hablar de todo esto cuando confirme con datos cuál está siendo el impacto de este renovado periódico económico, muy oportunamente reconvertido a semi-generalista.

 

Estoy convencido de que actualmente podrá haber periódicos mejores o peores que La Gaceta de los Negocios, y que el diario de García-Hoz tendrá mil y un aspectos mejorables, pero dudo mucho que haya en España algun diario más moderno, en términos puramente periodísticos. Si quienes ahora comandan la nave del periódico aguantan el tirón, el tiempo les dará la razón. E incluso aunque no aguanten, también se la dará, porque tarde o temprano los principales periódicos nacionales tendrán que salir de la Edad de Piedra en la que viven desde hace años. Pero esa es otra historia.

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