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Blog Personal de Itxu Díaz

Ventanas, filosofía y refranes idiotas

Viendo el mundo desde cualquier ventana uno ha de asumir ciertas limitaciones a la hora de valorarlo. Esta es una buena reflexión para los autores, pero es también una cansina imposición de los especialistas en prohibir y censurar la opinión ajena. Lo dicen con tanta frecuencia para censurar nuestros argumentos, que acabamos cansados de escucharles. Esa ventana es precisamente lo que me permite hablar del mundo, comparar, elegir, seleccionar, pintar, criticar, y abarcar.

 

Ese estúpido refrán,“el que tiene boca se equivoca”, no resiste ni dos minutos de discusión seria. La prueba es que “el que tiene boca no se equivoca” también rima y también es cierto. E incluso “el que no se equivoca, tiene boca”; rima menos pero es más cierto aún. Es lo malo de los refranes manoseados: que nos pueden dejar en ridículo y seguir rimando.

 

Con boca o sin boca, es verdad que sólo para equivocarse hay que enfrentarse a un problema y tratar de resolverlo. Por eso se equivocan tan pocos... De la opinión pública del siglo XXI se pueden decir muchas cosas, pero rara vez se puede afirmar que se equivoca al valorar los grandes asuntos. Para equivocarse es necesario un cierto cara a cara con el problema. Cuando se adoptan sin más las ideas masticadas y digeridas por estómagos ajenos –sean o no intoxicadores, y digan o no la verdad- no podemos hablar exactamente de equivocación.

 

Adocenados, llanos, vacíos. Así respiramos por las calles de la propaganda. Sin capacidad de reacción, de frenar y analizar. Por eso, los de arriba, han visto claro el jaque mate. Por eso quieren hacer desaparecer la filosofía de las aulas. Sin filosofía, sin religión y sin nadie que abofetee nuestro intelecto, o que pellizque nuestra conciencia, estaremos en condiciones de ser poseídos por la propaganda. No podrá decirse de nosotros que nos equivocamos en tal y o cual asunto. No. Podrá decirse, sólo, que somos tontos.

 

 

 

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