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Blog Personal de Itxu Díaz

Cerveza caliente

Después del hierro oxidado, de los fósiles marinos y de buena parte de la comida china, uno de alimentos más desagradables que puede ingerir voluntariamente un español es una cerveza caliente.

El pasado sábado asistí a un concierto precioso, inolvidable, increíble, memorable e histórico. Fue la actuación de Los Secretos y Los Limones en la playa de Miño. Un lugar idóneo, mucho público, buen sonido y la noche perfecta para disfrutar de dos de mis grupos preferidos.

Sin embargo, nunca me había sucedido antes en un concierto de estas características. La pequeña carpa-bar habilitada para satisfacer las apetencias del público fue realmente un desastre. No sé quién es el responsable, ni si se trató de una imprevisión o falta de fondos o un involuntario accidente. Pero es la primera vez que en un concierto me encuentro con que todas la bebidas que se despachan en el bar están calientes. Sólo hay agua, refresco o cerveza. También hay algunas botellas de wisky pero sólo para "muy fans" de esa bebida, porque tampoco hay hielo.

Lo sorprendente no es la precaria situación del bar, sino la cantidad de gente que con resignación fue capaz de ingerir varias latas de cerveza caliente -caliente, pero de verdad, no es figura retórica- y la cantidad de copas sin hielo -combinados con coca cola también caliente- que cirucalaron por delante de mis narices. Increíble.

De cualquier forma, la importancia que esto tuvo fue aún más pequeña que el propio bar: ante semajante espectáculo del pop español lo de menos es si hay o no hay cerveza. Aunque si algo hay que recomendar es que es preferible no vender nada a vender cerveza caliente. Pero en fin, lo positivo: inolvidable concierto y eternamente agradecido a los responsables que decidieron contratar a ambas bandas para esa actuación en la preciosa playa de Miño.

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