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Blog Personal de Itxu Díaz

Conciencias tranquilas

Siempre suspendemos en las encuestas los políticos, pero bien podríamos suspender nosotros también si los políticos votasen lo que piensan de nosotros. Suspendemos a los políticos -en general- por su falta de carisma, por su capacidad para mentir, calumniar e intoxicar, por aferrarse al poder, por su incompetencia, por no ocuparse los problemas que nos preocupan y por tantas otras cosas.

Lo cierto es que la España mediática y política -que al final es toda- está echa un cisco y sembrada de mil y un debates en los que cada partido se posiciona y, en los que, en cada uno de ellos, cada ciudadano también lo hace como le parece conveniente. No corren buenos tiempos para no leer el periódico.

Los asuntos que los políticos plantean a la sociedad son realmente serios e importantes para nuestro futuro.

Pero la verdad, la verdad de la buena, es que dentro de cada español medio lo que hay en este horizonte de debate social y político es una amaca, un cóctel de piña y un sol así de grande. El veranito. Y punto. Mucha crispación, mucha preocupación, mucha postura, pero estamos todos pensando en irnos de vacaciones y allí se las den todas a este, a aquel o al de más allá. Con lo bueno que tiene relativizar el debate social y lo malo que tiene la indiferencia.

Así que suspenderemos a los políticos por incompetentes, pero también podemos ponernos a nosotros, los ciudadanos, un cero patatero por nuestra intermitente despreocupación hacia lo que hacen o dejan de hacer quienes gobiernan nuestro barco. Si hay sol y playa nos vale lo que sea. Y eso lo puede acabar pagando alguna generación.

Quizá la clave está en buscar ese punto intermedio que nos hace estar comprometidos y preocupados por el futuro de nuestra sociedad y a la vez continuar con nuestro habitual ritmo vital. También es bueno aprovechar los meses veraniegos para descansar un poco de todos esos debates mediáticos, políticos y sociales. Siempre y cuando eso no implique el olvido ni la sumisión inconsciente a lo que nos brinden nuestros mal valorados políticos.

Esperemos que no haya motivo para suspender a los ciudadanos al calificarlos, y que el Sol de julio y agosto no ciegue nuestras conciencias.

Cuando mejor se descansa en verano es con la conciencia tranquila. Precisamente.

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