Tras Los Secretos

Tenía muchas ganas de ver a Los Secretos. Y lo que vi de concierto fue, como siempre, maravilloso. Para bien o para mal la respuesta del público coruñés fue tan grande que muchos de los asistentes no pudimos ver ni oír casi nada durante la actuación. La sala se quedó pequeña y los cientos de gargantas que allí gritaban las canciones de Secretos impedían escuchar el sutil sonido acústico de Álvaro, Ramón y Jesus. Lo dicho, para bien (para ellos), para mal (para muchos asistentes).