Pantalones vaqueros
Me ha venido de maravilla iniciar este blog hoy porque podré despacharme a gusto con el último de mis calentones. Ayer fui a comprar un pantalón vaquero. Conservar el mismo después de cuatro años de conciertos -de riguroso country vaquero- con Los Elegidos puede ser sentimentalmente precioso, pero nada práctico.
¿Has ido recientemente a comprarte un pantalón vaquero? Me fui al C. C. Cuatro Caminos ayer viernes por la tarde. Primera tienda: quiero un pantalón vaquero normal, el típico, azul oscuro, etc... Y a ver si puede ser que la barriguilla esta que ha hecho acto de presencia hace meses no se encuentre agobiada en su interior, es decir, que tenga un poco de libertad. Un dependiente muy amable me saca cuatro modelos. Dos de ellos con los bolsillos de atrás a la altura de los tobillos. Otro con fingidas manchas de legía ya de fábrica (sin comentarios). El otro era más marrón que azul, estaba como sucio y gastado, pero muy sucio y muy gastado. Me dio la risa. Miro al dependiente: "¿Tienen alguno que no esté estropeado?". Sonríe y me mira como si estuviese viendo a Will Smith luchando contra un bicho de seis cabeza en Men in Black: "Se llevan así". "Me trae sin cuidado" (pienso), "¿¿o sea que de los de toda la vida no hay, no??", pregunto perdiendo la fe. "Pruébate este", responde entregándome con cierto asco el último vaquero normal de la tienda. Me lo pruebo. "Coño, si es de los de toda la vida", pienso. Mi acompañante me ve salir del probador y se mea de risa. Vuelvo al espejo. Giro y giro buscando el "Inocente, inocente" a la altura del trasero. "Coño", exclamo, "los bolsillos a la altura de los tobillos, muy práctico". Me enciendo y exclamo aún más alto: "Me cago en Eminem". El dependiente se parte. Cierro el probador. Nos vamos a otro sitio.
Otra tienda, con poca luz. Me pruebo uno vaquero aparentemente normal, quizá algo gastado. La luz del probador muestra un pantalón hecho polvo, pero vamos, asqueroso. Salgo del probador, mi acompañante vuelve a reírse. La dependienta, sonriente y convencida dice "te queda bien". Me vuelvo a mirar. No puede ser. Le digo a mi acompañante "está más hecho polvo que el mítico de los conciertos de Los Elegidos, ¿para qué voy a comprar un vaquero que tiene más mierda que el que tengo en casa? Además la mierda del mío es auténtica, está realmente gastado y marroncillo de tanto uso, no como este, que la trae de fábrica". La dependienta me lo quita de las manos. Creo que se ofendió. Conste que no era nada personal.
La historia se repite durante siete tiendas. Encuentro, de milagro, un vaquero normal. ¿estaré alucinando? Pues no, alucinando me quedé cuando vi el precio. Lo dejo en su sitio. Razono: "Claro, un vaquero normal, limpio, sin estropear es caro. Uno roto, con manchas blancas, tiznado de marrón, con parches de fábrica o perfectamente diseñado para ir mostrando casi la totalidad de los gayumbos pues es barato. Lógico."
Al final, no hubo vaquero propiamente dicho. Han inventado unos pantalones vaqueros malísimos, que dan el pego y, sobre todo, son normales. Me durará seis meses como mucho, por lo que costó...
Señores fabricantes y diseñadores de pantalones vaqueros: Que Dios se lo perdone, porque yo paso.
¿Has ido recientemente a comprarte un pantalón vaquero? Me fui al C. C. Cuatro Caminos ayer viernes por la tarde. Primera tienda: quiero un pantalón vaquero normal, el típico, azul oscuro, etc... Y a ver si puede ser que la barriguilla esta que ha hecho acto de presencia hace meses no se encuentre agobiada en su interior, es decir, que tenga un poco de libertad. Un dependiente muy amable me saca cuatro modelos. Dos de ellos con los bolsillos de atrás a la altura de los tobillos. Otro con fingidas manchas de legía ya de fábrica (sin comentarios). El otro era más marrón que azul, estaba como sucio y gastado, pero muy sucio y muy gastado. Me dio la risa. Miro al dependiente: "¿Tienen alguno que no esté estropeado?". Sonríe y me mira como si estuviese viendo a Will Smith luchando contra un bicho de seis cabeza en Men in Black: "Se llevan así". "Me trae sin cuidado" (pienso), "¿¿o sea que de los de toda la vida no hay, no??", pregunto perdiendo la fe. "Pruébate este", responde entregándome con cierto asco el último vaquero normal de la tienda. Me lo pruebo. "Coño, si es de los de toda la vida", pienso. Mi acompañante me ve salir del probador y se mea de risa. Vuelvo al espejo. Giro y giro buscando el "Inocente, inocente" a la altura del trasero. "Coño", exclamo, "los bolsillos a la altura de los tobillos, muy práctico". Me enciendo y exclamo aún más alto: "Me cago en Eminem". El dependiente se parte. Cierro el probador. Nos vamos a otro sitio.
Otra tienda, con poca luz. Me pruebo uno vaquero aparentemente normal, quizá algo gastado. La luz del probador muestra un pantalón hecho polvo, pero vamos, asqueroso. Salgo del probador, mi acompañante vuelve a reírse. La dependienta, sonriente y convencida dice "te queda bien". Me vuelvo a mirar. No puede ser. Le digo a mi acompañante "está más hecho polvo que el mítico de los conciertos de Los Elegidos, ¿para qué voy a comprar un vaquero que tiene más mierda que el que tengo en casa? Además la mierda del mío es auténtica, está realmente gastado y marroncillo de tanto uso, no como este, que la trae de fábrica". La dependienta me lo quita de las manos. Creo que se ofendió. Conste que no era nada personal.
La historia se repite durante siete tiendas. Encuentro, de milagro, un vaquero normal. ¿estaré alucinando? Pues no, alucinando me quedé cuando vi el precio. Lo dejo en su sitio. Razono: "Claro, un vaquero normal, limpio, sin estropear es caro. Uno roto, con manchas blancas, tiznado de marrón, con parches de fábrica o perfectamente diseñado para ir mostrando casi la totalidad de los gayumbos pues es barato. Lógico."
Al final, no hubo vaquero propiamente dicho. Han inventado unos pantalones vaqueros malísimos, que dan el pego y, sobre todo, son normales. Me durará seis meses como mucho, por lo que costó...
Señores fabricantes y diseñadores de pantalones vaqueros: Que Dios se lo perdone, porque yo paso.
4 comentarios
ismael -
El pantalón en las mujeres no les produce ningún malestar, pues su anatomía es bien diferente. Seria muy SALUDABLE E INNOVADOR, y muy cómodo que se diseñaran y se sacaran al mercado Faldas, Túnicas, o vestidos para los hombres DE TODAS LAS EDADES, y a sí poder disfrutar de Alguna comodidad en especial cuando se tiene que pasar mucho tiempo en posiciones diferentes a ESTAR DE PIE, PUES NI SIQUIERA HAY COMODIDAD A LA HORA DE DORMIR.
Gracias por lo que usted pueda hacer
Itxu -
Sergio -
Jose R -